Entender qué es un desastre es el primer paso para prepararse.
Según la Cruz Roja Internacional se considera un desastre a “un evento calamitoso, repentino o previsible, que trastorna seriamente el funcionamiento de una comunidad y causa unas pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales que desbordan la capacidad de la comunidad afectada para hacer frente a la situación a través de sus propios recursos”.
Por ese motivo, se entiende que un peligro, combinado con vulnerabilidad e incapacidad para enfrentar sus consecuencias negativas potenciales, da lugar a un desastre.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), también define qué es un desastre. Se trata de “eventos que resultan en un gran número de muertos y heridos; causan daños extensos o la destrucción de instalaciones que satisfacen necesidades humanas; producen una demanda abrumadora de recursos y mecanismos de respuesta estatales y locales; causan un severo efecto a largo plazo sobre la actividad económica general; y afectan gravemente las capacidades del sector estatal, local y privado para iniciar y mantener actividades de respuesta”.
Aunque frecuentemente están causados por la naturaleza, los desastres pueden deberse también a la actividad humana.
¿Qué tipo de eventos pueden causar un desastre?
Los huracanes son sistemas masivos de tormentas que se forman sobre aguas oceánicas calientes y se mueven hacia la tierra. La temporada de huracanes del Atlántico comienza el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre.
Los huracanes pueden afectar áreas de más de 100 millas tierra adentro.
Tal como lo define la Cruz Roja Internacional, un huracán consiste en grandes sistemas cerrados de circulación de aire en la atmósfera, en los que se combinan bajas presiones y fuertes vientos. Sus efectos son a gran escala y con frecuencia muy destructivos: primero, en una arremetida repentina y breve, los fuertes vientos causan daños importantes en la infraestructura y las viviendas, en particular en las construcciones menos sólidas. Posteriormente, suelen producirse fuertes lluvias e inundaciones, y en regiones costeras llanas mareas de tormenta.
Si está bajo una advertencia de huracán, busque un refugio seguro inmediatamente
- Determine la mejor manera de protegerse de los vientos fuertes y las inundaciones.
- Evacúe si se le indica hacerlo.
- Vaya a un refugio designado para tormentas o una sala interior para protegerse de los vientos.
- Escuche la información y las alertas de emergencia.
- Solo use generadores en el exterior y lejos de las ventanas.
- ¡Dé la vuelta, no se ahogue! No camine, nade ni conduzca en las crecidas de agua. Preste atención a las señales de advertencia de inundaciones de las zonas inundables.
Entre los riesgos de los huracanes, se incluyen:
- Vientos potentes (árboles y cables de electricidad caídos)
- Lluvias fuertes
- Inundaciones
- Tornados
- Avalanchas
- Marea ciclónica (solo en áreas costeras)
Las inundaciones son el desastre natural más común en los Estados Unidos y consisten en desbordamientos temporales de agua hacia terrenos que normalmente están secos.
No todas las inundaciones se producen por las mismas causas, y existen inundaciones que se desarrollan de manera lenta o paulatina, mientras que otras sobrevienen rápidamente y sin advertencia.
Algunas inundaciones se producen como consecuencia de la lluvia pero otras se desencadenan por la nieve, marejadas ciclónicas o desbordamientos de represas u otros sistemas de agua.
Tal como lo indica la campaña gubernamental de alcance nacional Ready, que tiene la finalidad de preparar a las personas frente a diferentes tipos de desastres, no evacuar las áreas inundadas, adentrarse en aguas de inundación o quedarse después de que haya pasado una inundación puede resultar en lesiones o la muerte.
Si se encuentra bajo una advertencia de inundación, busque un refugio seguro inmediatamente
- No camine, no nade ni maneje en aguas de inundación. ¡Dé la vuelta, no se ahogue!
- Solo bastan seis pulgadas de agua en movimiento para derribarle, y un pie de agua para que el torrente arrastre el vehículo.
- Manténgase alejado de puentes sobre aguas en movimiento rápido.
- Determine cómo protegerse mejor basado en el tipo de inundación.
- Desaloje si le indican que lo haga.
- Diríjase a un terreno más elevado o a un piso más alto.
- Quédese donde está.
Los tornados son columnas de aire que giran violentamente a más de 200 millas por hora y que se extienden desde la tormenta eléctrica hasta el suelo. Sus consecuencias pueden ser muy severas y destruir edificios, arrastrar autos o incluso crear escombros voladores mortales.
Si se encuentra bajo una amenaza de tornado, busque un refugio seguro inmediatamente
- Si puede llegar de forma segura a un edificio sólido, hágalo inmediatamente.
- Diríjase a una habitación segura, un sótano o refugio para tormenta.
- Si se encuentra en una edificación sin sótano, entonces vaya a una habitación interior, pequeña, en el nivel más bajo.
- Manténgase alejado de las ventanas, las puertas y las paredes exteriores.
- No ingrese debajo de un paso elevado o puente. Estará más seguro en un lugar bajo y plano.
- Tenga cuidado con los escombros voladores que pueden causar lesiones o la muerte.
- Use sus brazos para proteger su cabeza y cuello.
Las tormentas de nieve crean un mayor riesgo de accidentes automovilísticos, hipotermia, congelación, envenenamiento por monóxido de carbono y ataques cardíacos por sobreesfuerzo. Las tormentas de nieve y las ventiscas pueden provocar frío extremo, lluvia helada, nieve, hielo y vientos fuertes.
Esta clase de fenómeno meteorológico adverso puede interrumpir los servicios de calefacción, electricidad y comunicación, como así también poner a los adultos mayores, niños pequeños y personas enfermas en mayor riesgo.
Si se encuentra bajo una advertencia de tormenta de nieve, busque un refugio inmediatamente
- Manténgase alejado de las carreteras.
- Quédese en un lugar cerrado y vístase con ropa abrigada.
- Prepárese para los apagones.
- Use generadores afuera de la casa solamente y alejados de las ventanas.
- Escuche la información oficial de las autoridades de emergencia y esté atento a las alertas.
- Revísese en busca de signos de hipotermia y congelación.
- Chequee el estado de sus vecinos.
La campaña gubernamental de alcance nacional Ready distingue dos clases de incendios: los incendios en el hogar y los incendios forestales.
Incendios en el hogar
Los incendios en el hogar pueden volverse mortales en sólo dos minutos y en cinco minutos una residencia puede verse envuelta en llamas. Pero lo que pocos tienen en cuenta es que el calor producido por el incendio es más peligroso aún que las llamas. En efecto, en un incendio la temperatura puede ser de 100ºF (37ºC) al nivel del piso y aumentar hasta 600ºF (315ºC) a la altura de los ojos. Inhalar este extremadamente caliente puede quemar sus pulmones y derretir la ropa sobre su piel.
Además, es importante saber que el humo y los gases tóxicos matan más personas que las llamas. El fuego produce gases venenosos que lo desorientan y lo marean. La asfixia es la causa principal de muertes por incendios, superando a las quemaduras en una proporción de tres a uno.
Paradójicamente, los incendios son oscuros: el fuego comienza brillante, pero produce rápidamente humo negro y completa oscuridad que impide la visión.
Elabore y practique un plan de escape en caso de incendio en el hogar
En caso de incendio, recuerde que cada segundo cuenta; por lo tanto, usted y su familia siempre deben estar preparados. Los planes de escape lo ayudarán a salir de su hogar rápidamente.
Practique, dos veces al año, su plan de escape del hogar en caso de incendio. Algunos de los consejos que debe tener en cuenta al preparar este plan son:
- Encontrar dos formas de salir de cada habitación.
- La vía de escape secundaria puede ser la ventana hacia un tejado vecino o una escalera plegable de escape desde las ventanas de los pisos superiores.
- Asegúrese de que las ventanas no estén atascadas, que los mosquiteros puedan retirarse rápidamente y que las barras de seguridad puedan abrirse correctamente.
- Practique salir de su hogar a tientas en la oscuridad o con los ojos cerrados.
- Enséñeles a los niños a no esconderse de los bomberos.
Incendios forestales
Los incendios forestales son incendios no previstos que arden en áreas naturales; es decir, en bosques, pastizales o praderas. Estos incendios peligrosos se pueden expandir rápidamente y devastar no solo las áreas naturales y forestales, sino también comunidades. Los incendios forestales pueden ser causados por el ser humano o los relámpagos, y pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento. También pueden causar inundaciones o interrupciones en los servicios de transporte, combustible, energía eléctrica y comunicación.
Permanezca a salvo durante un incendio forestal
- ¡Desaloje el área de inmediato si las autoridades así lo ordenan!
- De ser posible al desalojar, lleve consigo artículos que le permita a usted y a los demás protegerse de COVID-19 mientras se encuentre en un refugio.
- Si se encuentra atrapado, llame al 911 y brinde su ubicación, pero tenga presente que la respuesta de emergencia podría demorarse o ser imposible de cumplir. Encienda las luces de su hogar para ayudar a los rescatistas a encontrarle.
- Esté alerta a sus síntomas de salud si padece de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, condición cardiaca o si está embarazada. Si se encuentra enfermo y necesita atención médica, comuníquese con su proveedor de servicios de salud para recibir instrucciones de atención médica y refúgiese donde se encuentre, si es posible. Si se encuentra en una emergencia médica llame al 911.
- Preste atención a las alertas y notificaciones de emergencias para obtener información e instrucciones.
- Use mascarillas N95 para protegerse de la inhalación de humo.
- Si no le han ordenado a desalojar, pero existen condiciones de humo, permanezca en un lugar cerrado seguro o diríjase a un edificio en la comunidad donde los niveles de humo sean más bajos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una pandemia como la propagación mundial de una nueva enfermedad que se extiende por varios países y afecta a un gran número de personas.
Las pandemias son causadas con mayor frecuencia por virus, como la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19), que puede transmitirse fácilmente de persona a persona.
Un virus nuevo, como el COVID-19, puede surgir de cualquier lugar y extenderse rápidamente por todo el mundo. Es difícil predecir cuándo o dónde surgirá la próxima nueva pandemia.
Por ese motivo, es importante tener en cuenta que un virus puede transmitirse de persona a persona pero también indirectamente, es decir, pasar de un objeto no vivo a una persona, como así también ser transmitido por personas infectadas pero que no presenten ningún síntoma.
Puede ser transmitido por personas infectadas pero que no presentan ningún síntoma.
Durante una pandemia, limite la transmisión de gérmenes y prevenga infecciones
- Evite el contacto cercano con personas enfermas.
- Si está enfermo, mantenga distancia con las demás personas para evitar que se enfermen también.
- Cúbrase la boca y la nariz con un pañuelo cuando tosa o estornude. Esto puede evitar que las personas que lo rodean se enfermen.
- Lavarse las manos con frecuencia lo ayudará a protegerse de los gérmenes.
- Evite tocarse los ojos, la nariz o la boca.
- Practique otros buenos hábitos de salud: duerma bien, permanezca físicamente activo, maneje el estrés, beba mucho líquido y consuma alimentos nutritivos.
Específicamente con respecto a la pandemia de COVID-19, la OMS recomienda:
- Guarde al menos 1 metro de distancia entre usted y otras personas, a fin de reducir su riesgo de infección cuando otros tosen, estornudan o hablan.
- Mantenga una distancia aún mayor entre usted y otras personas en espacios interiores. Cuanto mayor distancia, mejor.
- Convierta el uso de la mascarilla en una parte normal de su interacción con otras personas. Para que sean lo más eficaces posibles, es esencial utilizar, guardar, limpiar y eliminar las mascarillas correctamente.
- Lávese periódica y cuidadosamente las manos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón.
En la mayoría de los Estados Unidos, el calor extremo se define como un período prolongado (de 2 a 3 días) de calor intenso y humedad con temperaturas superiores a 90 grados. En condiciones de calor extremo, la evaporación se ralentiza y el cuerpo tiene que trabajar más arduamente para mantener una temperatura normal. Por ese motivo el calor extremo suele resultar en el índice más alto de muertes entre los peligros relacionados con el clima.
El calor extremo puede ocurrir rápidamente y sin advertencia, y los adultos mayores, los niños y las personas enfermas o con sobrepeso corren mayores riesgos a causa de las altas temperaturas.
Si Se Encuentra Bajo Una Advertencia De Calor Extremo
- Diríjase a un sitio con aire acondicionado.
- Evite las actividades extenuantes.
- Esté atento a las enfermedades causadas por el calor.
- Use ropa liviana.
- Verifique cómo están sus familiares y vecinos.
- Beba mucha agua.
- Esté atento a la posibilidad de calambres, agotamiento e insolación a consecuencia del calor.
- Nunca deje solos a los niños ni a las mascotas en vehículos cerrados.
Las sequías son frecuentes en los Estados Unidos porque casi la totalidad del país tiene períodos en los hay menor cantidad de precipitaciones. Sin embargo, si elaboramos una planificación y estamos preparados para casos de sequía, podemos disfrutar los beneficios de los años lluviosos normales y evitar que los años de sequía nos sorprendan sin preparación.
Las estrategias empleadas a fin de prepararse para casos de sequía se centran principalmente en la conservación del agua.
Siempre cumpla con las restricciones locales y estatales sobre el uso del agua durante una sequía. Si el uso debe restringirse, por ejemplo, no riegue el césped, ni limpie el automóvil, ni use agua para otros fines no esenciales, a fin de asegurarse de que haya suficiente agua para los usos esenciales. Comuníquese con su gobierno local o estatal para obtener información actualizada y sugerencias.
Consejos para conservar el agua en lugares cerrados antes de una sequía
- Nunca deseche agua por el desagüe cuando pueda darle algún otro uso. Por ejemplo, úsela para regar las plantas de interior o el jardín.
- Cambie las juntas de los grifos que goteen. Una gota por segundo implica la pérdida de 2.700 galones (10.220 litros) de agua por año.
- Verifique las tuberías para detectar pérdidas y solicítele a un plomero que repare cualquier pérdida.
- Modernice todos los grifos del hogar: instale difusores con restricción de flujo.
- Instale un calentador instantáneo de agua en el lavabo.
- Aísle los caños de agua para reducir la pérdida de calor y evitar que se rompan.
- Instale un sistema de descalcificación de agua únicamente cuando los minerales del agua puedan dañar las tuberías. Apague este sistema cuando se vaya de vacaciones.
- Elija electrodomésticos que hagan un uso eficiente de la energía y el agua.
Consejos para conservar el agua al aire libre antes de una sequía
- Verifique la bomba del pozo de forma periódica. Si la bomba automática se enciende y se apaga cuando no se está usando el agua, hay una pérdida.
- Plante césped nativo o resistente a sequías, cubiertas vegetales, arbustos y árboles. Una vez establecidas, las plantas adaptadas al clima local no necesitan agua con tanta frecuencia y, en general, sobreviven períodos de sequía sin que sea necesario regarlas.
- Instale dispositivos de irrigación, que hacen que el uso del agua sea más eficaz. Algunos de estos dispositivos son los sistemas de micro irrigación e irrigación por goteo y las mangueras de remojo.
- Use mantillo para retener la humedad del suelo. El mantillo también ayuda a controlar la maleza que compite con las plantas por el agua.
- Evite comprar juguetes de agua que necesiten un flujo constante de agua.
- Evite instalar objetos ornamentales que usen agua (como fuentes), a menos que usen agua que recircule.
- Considere recolectar agua de lluvia si le resulta práctico.
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Fuentes de este artículo:
Campaña gubernamental Ready
Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés)