Los huracanes pueden ser extremadamente peligrosos, por lo que es importante no subestimarlos para poder mantenerse a salvo. Salir durante un huracán es extremadamente peligroso y puede poner en riesgo su salud y la de su familia.
Por ese motivo es fundamental respetar las órdenes de evacuación y seguir los lineamientos de las autoridades sanitarias.
Una de las recomendaciones más repetidas por parte de de los especialistas es no salir a la calle durante un huracán o cuando la llegada del huracán es inminente.
En efecto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que durante el impacto de un huracán hay que permanecer en el interior.
“Incluso si parece tranquilo, no salgas”, dice con toda claridad la guía de preparación para huracanes de los CDC. Espere hasta que escuche o vea un mensaje oficial de que el huracán terminó. A veces, el clima se calma en medio de una tormenta, pero luego vuelve a empeorar rápidamente.
Nunca salga de la protección de su hogar o refugio antes de que se confirme que la tormenta ha pasado por el área. El ojo de la tormenta podría crear una pausa temporal y engañosa, con fuertes vientos aún acercándose.
Permanezca adentro y manténgase alejado de todas las ventanas, tragaluces y puertas de vidrio. Vaya a un área segura, como una habitación interior, un armario o un baño en la planta baja. Nunca salga de la protección de su hogar o refugio antes de que se confirme que la tormenta ha pasado por el área.
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Fuentes de este artículo:
- Guía de preparación para huracanes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
- Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés)
